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CANARIAS AHORA
La reforma laboral decretada el pasado viernes por el Gobierno de España parece haber agradado exclusivamente a los empresarios, con ciertas excepciones que van por barrios y según qué artículos del Real Decreto.
Eso al menos es lo que se aprecia en el alto grado de contestación detectado en las declaraciones públicas de los agentes que tienen que ver con la materia, desde magistrados hasta abogados laboralistas, desde sindicatos hasta partidos políticos de izquierda.
Ni los mercados, tan dados a exigencias legales de ese tipo, reaccionan con la satisfacción que cabría esperar (la prima de riesgo sigue en 333 puntos básicos y la Bolsa española en su tendencia habitual).
La agencia de calificación Mood'ys afea al Gobierno de Rajoy la consideración de la deuda, aunque aplaude las reformas, lo que tiene mucha guasa, qué quieren que les digamos.
Los abogados laboralistas han convocado a un acto simbólico en el que se le va a prender fuego al texto legal de la reforma laboral.
