viernes, 27 de mayo de 2011

Zapatero advierte de la necesidad de seguir adelante con los “ajustes” y sus voceros mediáticos adelantan que éstos serán “duros y provocarán el descontento social”.

COMITÉ DE EMPRESA GLOBAL (SALCAI-UTINSA S.A.)



CANARIAS SEMANAL

¿Cuál ha sido la principal causa de la hecatombe electoral sufrida por la socialdemocracia española el pasado domingo 22 de mayo? Aunque pueda resultar sorprendente, después de conocer la contundente derrota de su partido José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que, si bien ésta puede considerarse una consecuencia del "malestar social" provocado por la Crisis, no tiene nada que ver con la "gestión" de la misma efectuada por el Ejecutivo que preside. Reafirmando esta interpretación, la Ejecutiva del PSOE añadió en su análisis sobre estos comicios que sería "un espejismo pensar que el electorado les ha castigado por no hacer políticas de izquierda, pensando que hay otra posible"

Para el partido del Gobierno, por tanto, el descomunal varapalo del 22M no es fruto de las sucesivas contrarreformas económicas que éste ha venido aplicando, sino – en palabras del Vicesecretario General del PSOE  José Blanco - de  “un giro hacia la derecha de la sociedad española ". 
  Asumiendo sin titubeos  este discurso gubernamental, la mayoría de los medios afines al Partido Socialista, tanto en Canarias como en el resto del Estado, orientan  hacia los electores sus dardos críticos por su  supuesta "responsabilidad" en el ascenso de la ultraderecha española representada por el PP.  En la interpretación efectuada por tales medios sobre el ‘voto de castigo’ al Partido Socialista, el cuestionamiento superficial de "algunos aspectos" de la política económica del Ejecutivo es convenientemente matizada por el mensaje de que “no existen alternativas” a la misma. El miércoles 25 de mayo el diario Público reforzaba dicho mensaje con la opinión del “experto” estadounidense y ex asesor del presidente del Gobierno George Lakoff. Lakoff -presentado por el periódico del multimillonario amigo de Zapatero Jaume Roures como un “gurú del progresismo en EE.UU. y España”-  sostiene que el único problema de los “socialistas” ha sido"no saber explicar a los votantes por qué se han visto obligados a hacer los recortes sociales".Para el "gurú", por tanto, el partido del Gobierno sólo necesita "un candidato que comunique mejor a los ciudadanos que está atrapado por una política de derechas” y que las consecuencias hubiesen sido nefastas si “Zapatero no hubiera tenido en cuenta a los banqueros europeos". El PSOE - concluye George Lakoff  en la entrevista concedida a Público - debe trasmitir a los ciudadanos que "está haciendo lo que está haciendo porque es la alternativa menos mala” y que “todo sería peor si el PP llega a gobernar”. 

La insistencia de estos analistas y medios de comunicación en el discurso que orientó, con evidente fracaso, la reciente campaña electoral del Partido Socialista no es casual.  Manifiesta, por el contrario, un intento de “preparar” a los potenciales electores de este partido para que los nuevos“ajustes” que tiene previsto aplicar el EjecutivoZapatero de aquí al final de la legislatura tengan el menor efecto posible en las elecciones generales de 2012. 

Según reconoció el propio presidente del Gobierno,  la  posibilidad de modificar  su política económica ni siquiera se ha planteado, ya que esto equivaldría a "hacernos una enmienda de totalidad". La declaración de Zapatero viene a confirmar las que había efectuado antes de las elecciones autonómicas y locales del 22M. Y es que, pese a la evidente diligencia con la que el Gobierno socialdemócrata ha aplicado las recetas neoliberales dictadas desde el FMI y el Banco Central Europeo en nombre de los grupos hegemónicos del Capital internacional, estas instituciones estiman que  el "trabajo" realizado todavía está por concluir. 

De manera recurrente Jean-Claude Trichet, gobernador del BCE, ha reclamado a España que acelere la reforma laboral y de las pensiones y garantice un draconiano recorte del Déficit Público.