Sólo han tenido que pasar tres días desde que el recibo de la contribución llegara a los buzones de media ciudad para que cientos de vecinos colapsaran ayer, a pesar de que aún no se ha iniciado el periodo de pago, el servicio de Atención al Ciudadano del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con consultas y quejas sobre el "desmesurado" aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un 30%, en plena época de recesión.