Zapatero, un hombre de dos caras
EL ECONOMISTA
Primer negó la crisis y después todo fue improvisar hasta que llegó el momento de la verdad.
Aseguró que el desempleo no llegaría a los 4 millones y la cifra cerró 2010 con 4,7 millones de parados. Afirmó que no haría falta recurrir a un plan B y, finalmente, llegaron las medidas adicionales.