CANARIAS AHORA
Pues nada, mientras el ministro nos hace caso o la consejera da una explicación cristiana (con perdón, otra vez, diosmío) a lo de Mundo Nuevo Oé, vayan contentándose con otro pufo marca de la casa soriana: la Consejería de Empleo del Gobierno de Canarias ha rechazado el Expediente de Regulación de ídem (ERE, para más señas) que la empresa Sialsa presentó por aquello de que el Cabildo de Soria (provincia de Las Palmas) no estaba para yogures, o más bien porque la leche de la privatización no tiene tanta teta de donde mamar. Una de las empresas estrella de la Corporación insular se va al garete por los caprichos del zeñorito. Dijo en 2005 que él no se manchaba las manos con las bostas de las vacas frisonas traídas a Almatriche y vendió al mejor postor la actividad pública que daba vida a la ganadería grancanaria: Kalise Menorquina. Ahora, la decisión de Sialsa de quitarse de en medio a 39 de sus 87 trabajadores se topa con lo que, en puridad jurídica, se denomina levantar el velo. ¿Que Sialsa no puede sostener a 39 empleados? Pues que los sostenga quien está detrás: Kalise Menorquina. Aunque si esto no fuera Bananaria, como en el Canódromo, aquí deberían pagar quienes decidieron en 2005, con José Manuel Soria al frente, vender el Servicio Insular de Abastecimiento de Leche por “la innecesaria presencia del capital y la gestión pública en una actividad industrial y comercial con numerosas empresas en competencia”. ¡Viva la madre que parió al Fortis Bank! ¡Arriba los encuentros fortuitos bajo una turbina de Magdeburgo!